miércoles, 27 de octubre de 2021

ANIQUILADOR DE MONSTRUOS

 

(Laura Knight)

He llamado al portero automático y me ha dicho que suba. No suele suceder. De hecho es la segunda vez que ocurre en tres años. ¿Tres? Ya son más de tres. Van para tres y medio. 

Toco el timbre de la puerta un poco escamado. Le he notado rara la voz. Su tono me ha parecido más amable del que acostumbraba a utilizar conmigo. Con sinceridad, no me apetece verla. Seguro que tampoco esta vez va a ser capaz de sonreír. Da igual. Yo sí lo voy a hacer. En mi mentalidad no cabe el revanchismo. 

Se abre levemente la puerta. Y aparece el rostro de mi hija entra la hoja y el marco. 

-"¡Hola papá!". 

-"¿Qué es lo que llevas ahí, Violeta?". 

-"Es una muñeca gótica. Se llama Lucy...". 

-"Es muy bonita. Mola mucho" le aseguro a mi hija de siete años, guiñándole el ojo. 

-"Me la ha regalado tía Eva". 

-"¿Quién?". 

-"Yo". La puerta se abre un poco más y aparece, ante mí, una mujer realmente guapa. Es bastante más joven que yo y lleva un jersey otoñal, beige, de cuello vuelto, sobre el que una abundante melena de color castaño permite crear una especie de desvanecimiento cromático. 

-"Ayer, por la tarde, Bárbara me mandó un whatsapp para ver si me podía quedar a dormir con la niña. Ella y Javier tenían que salir pitando hacia León. Para asistir a un velatorio, me parece que me dijo". 

-“Sí. La familia de Bárbara es de León” corroboré. 

Bárbara era mi ex mujer. Javier el nuevo marido de mi ex mujer. Violeta, mi hija. Luego estaba Eva. Esta última constituía una completa novedad en el reparto. 

-"Tienes una voz parecida a la de Bárbara ¿Eres su amiga? No te conocía...". 

-"Soy su cuñada. La hermana pequeña de Javier". 

Me quedo todo cortado. 

-"¿La hermana pequeña de Javier? No sabía que Javier tuviera hermanas". Era verdad... no sabía que Javier tuviera hermanas, mi hija no me había dicho nada al respecto. Y la renacuajo es bastante cotilla. ¡Ya lo creo! 

-"Sí, papá. Ella es hermana del tío Javier. Está trabajando en Inglaterra y ha venido a Madrid de vacaciones". Viene a apostillar Violeta, hecha toda una repipi. Aunque no lo parezca, no ha debido perderse ni un detalle de la conversación. 

-"Bueno..." -le digo a Eva- "... siento haberte molestado. Le podías haber dicho a mi hija que bajara por la escalera, sólo son dos pisos. Por desgracia se conoce el camino de memoria". Estimo conveniente adoptar, para la ocasión, esos aires contritos. 

-"Ya. No sé... Tenía curiosidad por conocerte. La niña se pasó toda la tarde de ayer hablándome de ti. Me dijo que matabas monstruos". Eva puso una voz bajita, grave, infinitamente sexy, para referirse a esta insólita habilidad que mi hija había pretendido atribuirme. 

-"Ya será menos"... pretendo continuar con la broma. Y sonrío. 

-"Una no suele disponer de la oportunidad de conocer así como así, todos los días, a alguien que es capaz de matar monstruos". 

-"Tampoco hay que exagerar. La mayoría de las veces son ellos los que acaban conmigo". 

-"¡Eso no es verdad papá; no es verdad!". 

Mientras estira con rabia de una de las perneras de mis pantalones, Violeta se esfuerza en mantener, ligeramente exasperada, la imposibilidad de que los monstruos puedan aniquilar a su padre. A la pobre, últimamente, ha empezado a darle pena que la gente se muera. Pero la vida es justo así: primero se murió su hamster y ahora le ha tocado el turno a Raffaella Carrá. Todo en orden.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

HÉRCULES POIROT y SARAH CRACKNELL

  -"Estábamos allí reunidos, Hastings, sólo seis personas: Lady Mature, Damian Sinclaire, la bella Sarah Cracknell, Etienne de Châteaum...